09 octubre 2013

SALIR CON CHICAS QUE LEEN O SALIR CON CHICAS QUE NO LEEN

Sal con una chica que no lee
(Por Charles Warnke)

Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela. 

Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta. 

Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe. 

Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Construye una carrera en vez de conseguir un trabajo. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia y luego en una tristeza de la misma naturaleza. Sufre la típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros. En ocasiones siéntete satisfecho pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Durante las caminatas, ten la sensación de que nunca vas regresar, o de que el viento puede llevarte consigo. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de haberte dado cuenta de que la chica que no lee jamás hizo vibrar tu corazón con una pasión que tuviera significado; que nadie va a contar la historia de sus vidas, y que ella también morirá arrepentida porque nada provino nunca de su capacidad de amar.

Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño a ti. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato. 

Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo countinuará, sin razón y sin propósito, después de que ella haya empacado sus maletas y pronunciado un inseguro adiós. Tiene claro que en su vida no seré más que unos puntos suspensivos y no una etapa, y por eso sigue su camino, porque la sintaxis le permite reconocer el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida. 

Sal con una chica que no lee porque la que sí lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza. 

No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias. Tú con la Joyce, con la Nabokov, con la Woolf; tú en una biblioteca, o parado en la estación del metro, tal vez sentado en la mesa de la esquina de un café, o mirando por la ventana de tu cuarto. Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significado. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido. Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio.


Sal con una chica que lee
(Por Rosemary Urquico) 


Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca. 

Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.

Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.

Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella. 

Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace. 

Por lo menos tiene que intentarlo.

Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo. 

Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos. 

¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la Saga Crepúsculo. 

Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.

Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.

Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.

Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba...

05 octubre 2013

CALLAR

Seré sincera.

No sé si es muy tarde o no.
No sé cual puedo haber sido tu reacción si lo hubiera dicho claramente antes, y cual vaya a ser tu reacción cuando lo diga ahora.
Le dí muchas vueltas al tema, pero ahora solo dejaré de pensar y lo diré por impulsos, por lo que siento, lo que he venido sintiendo desde hace algunos meses.
Y si me pides una razón a mis futuras palabras, mi única respuesta es que no puedo seguir callada, que es necesario que lo sepas para que así yo pueda estar tranquila.
Suena egoísta, lo sé, pero cada vez que pienso en decirlo y no lo hago, me arrepiento.
No espero respuesta alguna, solo quiero que sepas que


TE QUIERO.

03 agosto 2013

ENCUENTRO BREVE

Friolento día de Agosto, en Lima.

El invierno es una época ideal para Leticia, aunque a muchos les cause tristeza y melancolía. Para ella era sinónimo de paz y tranquilidad. Una época en la que sentarse en medio de un parque con una buena compañía, abstracta o no, podría ser el resumen de una tarde bien planeada.

Tenia las manos frías, el viento corría y jugueteaba con su cabello, estaba en compañía sin embargo se sentía sola. ¿Que había pasado? ¿Por que se sentía así? Otra vez las preguntas sin respuestas la atacaban.
Todo es mas fácil cuando no te gusta nadie, pensó de pronto.

Ella había leído y escuchado eso muy seguido, sin estar completamente segura de que fuera cierto. No se daba cuenta de cuales podrían ser esos ''problemas'', era de suponerse que al tener a alguien especial, se iba  a sentir especial ella también, pero no fue así solo por un motivo: no era correspondida o aun peor, no lo sabia. Las dudas matan.

Hacia mucho tiempo que no se sentía interesada en alguien, hacia mucho que no se sentía de esa forma en particular, un sentimiento de alegría que se reflejaba en una sonrisa al conversar con él. Ella era feliz conociéndolo cada vez un poco mas, observándolo de lejos, verlo conversar. Una forma de querer distinta. Las cosquillas en el corazón aparecían cada vez con mas frecuencia, e irónicamente el nerviosismo desaparecía cuando él estaba a su lado. Era su tranquilidad en persona.

Sin ningún fin en particular, decidió quitarse las dudas y aunque era tímida, se armo de valor. Era la primera vez que iba a hacer algo así. No era una pregunta, era una declaración, puede que la palabra quede un poco grande, pero así fue al final.

- Quiero a alguien, y ese alguien eres tu.

La respuesta de la otra parte no fue de sorpresa, lo había sospechado. Leticia estaba nerviosa, después de mucho tiempo. ¿Que iba a pasar? ¿Era correspondida? Algo tenia claro, ella no se iba a ilusionar.
El tiempo que siguió luego de esa declaración fue bueno, pero fue corto. Se dejaron de ver y dejaron de conversar.

Los recuerdos ahora regresan a su mente y en lugar de extrañarlo con tristeza, lo extraña con alegría. Pues los momentos en los que él estuvo en su vida fueron de alegría y así eran sus recuerdos, ALEGRES.



01 julio 2013

JUEGOS

"Te conozco, te pienso, te siento, te leo, te contesto,
me conoces, me pensas, me sentis, me lees, me contestas,
estas ahí, estoy acá,
tan cerca,
en la distancia,
mi atracción coquetea la tuya,
tus silencios me derrumban,
tus palabras me elevan,
estas leyéndome, lo haces siempre,
sabes por convicción,
que te estoy escribiendo en secreto,
en el muro del mundo a la vista de todos,
mi espera es ya desesperanza,
te busco, me buscas, nos buscamos,
en un mágico juego de flirteo absoluto,
te escribo a vos, tu existencia me ha encantado,
solo déjate fluir, déjame ser, déjate ser,
al final, si nos encontramos,
sabremos con certeza,
lo que tanto anhelamos."

Abigail Avoleván


16 junio 2013

LA AMIGUILLA

Hoy me di cuenta que recordabas y al hacerlo sonreías. Eras feliz.
Recordabas y contabas lo que paso y tus ojos brillaban.
Hoy fue una de las pocas veces que pude ver eso, tus ojos ocultos bajo el largo de tu cabello negro, despeinado la mayoría de las veces.

Sentadas con la vista a la nada y sin darnos cuenta comprendíamos lo que significa amistad. Yo lloraba
Difícil es tomar coraje y decir lo siento, hacer que suene sincero, romper la barrera y abrir el corazón. Sin embargo hacerlo trae paz.
Palabras nunca antes dichas, sentimientos florecían, el orgullo caía, la humildad crecía. Nosotras ganábamos.

Hoy fue una de las pocas veces en las que vi tus ojos tristes y me sentí responsable de eso.
Hoy me di cuenta que recordabas y al hacerlo callabas.
Que bueno que ya paso.


Algo que escribió ella hace tres años

La vida suele ser injusta a veces,
a veces sentir que no debemos existir,
comprender que no es un mundo para mi,
se sufre por amor,
se llora por amor.

Solo una tarde sentí el gran dolor,
un sentimiento profundo me invadió,
era la decepción.
Sin comprender siquiera este dolor,
mi corazón se destrozo,
era esto ¿una ilusión?,
o esto era amor.

Mis ojos se acostumbraron a ti,
a pesar que nunca fuiste para mí,
creer que todo era feliz,
hasta que te separaste de mi,
no entiendo como paso,
no se que sucedió,
solo se que un día,
mi vida sin ti ...acabo.

13 mayo 2013

FELIZ DIA MAMA

'Dayana ya anda a dormir'
 'Dayana levántate vas a llegar tarde a la universidad'
 'DAYANAAAAAAA a comerrr!!'
'Dayana siéntate derecha, mira como estas encorvada ahí'
'Dayana por donde estas? Ya almorzaste?, a que hora llegas?
'Dayana limpia tu cuarto'
'Dayana, ya lavaste tu ropa?'
'Dayana haces la ensalada media hora antes del servir el almuerzo'
'Dayana, anda seca la ropa'
'Dayana, Francisco estuvo en la televisión en la mañana'
'Dayana, porque no te vistes a la moda, pareces vieja'
'Dayana y los tacos? las zapatillas te hacen muy chata'
'Dayana, ayudale a tu hermano a hacer las tareas'
'Dayana, vamos a ver vídeos de mi tierra ya?'
'Dayana, deje fruta en la cocina, compartes con tu hermano'
'Dayana, el lonche esta servido, llama a tu papá'
'Dayana, ¿vamos a comer pizza?'
'Dayana, hay fiesta en Santiago, ¿Nos vestimos de 'pallos' y vamos a bailar?'
'Dayana, me gusta como estas vestida hoy, deberias estar asi todos los dias'
'Dayana, cuando tu naciste tenias unas pestañazas'
'Dayana, era muy curiosa de bebé, bailabas cada vez que saliamos a pasear'
'Dayana, ¿Te acuerdas cuando vino tu hermano?
Dayana, aun me acuerdo la primera vez que te compre ropa de baño, eras la mas feliz, corrias por todos lados.'
'Dayana, quiero te quedes chiquita para siempre, ya no crezcas.'
'Dayana, cuando yo no este, tienes que cuidar a tu hermano y a tu papá.'
'Dayana, la vida es corta. Estudia mucho, para que no dependas de nadie'
'Dayana, en la vida yo no he aprendido cosas malas'
'Dayana, dame un beso, ya me voy a trabajar'
'Dayana, hijita linda (abrazo)'

Esta parte la reserve para empezar a describirte, sin embargo las palabras me quedan chicas y si estuviera escribiendo esto en un papel mis lagrimas lo hubieras empapado todo. TE AMO DESDE EL FONDO DE MI CORAZON, ERES UNICA.




13 abril 2013

TARMA - HUANCAYO















  



30 marzo 2013

SUEÑO

Tus palabras llegan a mí armoniosamente silenciosas
Que es eso que se siente en mi pecho?
Como he de llamarlo?.

Como la esperanza que nace en el corazón de un desamparado al ver la luz
Como la alegría de un bebé cuando escucha la voz de su madre
Como la sonrisa de un niño al conocer el amor.

Como esa sonrisa, sonrío yo,
y en mi mente la idea de que tu también lo haces se desvanece.
Viste alguna vez la brisa desaparecer al alejarse del mar?,
De esa forma voy perdiendo esa idea.

Sentirás y sonreirás tu también?
Por un segundo, un minuto o acaso una hora?
El miedo y la desilusión, el futuro junto con el fracaso 
invaden de a pocos mi mente,
es entonces cuando dejo de sentir, para comenzar a 
Soñar.


25 marzo 2013

EL DIA QUE ME QUIERAS


Este post no va dedicado a nadie en especial,  o a lo mejor si, pero no lo conozco, o quizá lo conozco pero no se si es el indicado... en fin.

Son esos momento en los que te pones a pensar: ¿Como sera? ¿Que le gustara? ¿Coincidiremos en gustos? ¿En pasatiempos? ¿En música? ¿En hábitos?.
No se si todas las personas, pero hay quienes se ponen 'ideales'. En mi caso no es tanto como 'El chico ideal' o 'El hombre de mis sueños' porque eso se trataría de ir buscando por la calle a alguien de quien enamorarse y esa no es la idea. El enamorarse se da simplemente porque te va gustando las virtudes y vas aceptando sus defectos, si es correspondido irán creciendo juntos y aprendiendo algo uno del otro. Ahí esta la magia, sin dejar que eso se convierta en rutina si no aprovechar cada día  extrañarse lo necesario y abrazarse como si no hubiera mañana. 

Si esa persona llega hoy, dentro de una hora cuando salga a la universidad, o en la noche cuando regrese a mi casa, o mañana o en un mes o en un año o cuando sea el momento y la situación indicada, sera hermoso.

Y si tocaras algún instrumento?
Y si te gustara hacer largas caminatas?
Y si te gustara ir al teatro?
Y si te gustara las fotografías?
Y si te gustara disfrutar el atardecer?
Y si resultara que eres apapachable?
Y si tienes el cabello muy ondeado? y si no?
Y si te gustara el rock?
Y si te gustara leer?
Y si te gustara dibujar? o escribir?
Y si tuvieras una opinión interesante sobre todo?
Y si tuvieras ademas una idea graciosa para esos momentos tensos?

Las ideas vienen a mi mente y no puedo evitar sonreír.
NO SE SI HOY O MAÑANA PERO CUANDO SUCEDA AHÍ ESTARÉ YO ESPERÁNDOTE, SERÉ PUNTUAL, ESPERO QUE TU TAMBIÉN :)



01 marzo 2013

Verano? Solo te quiero una vez al día, a las 6:30 de la tarde. La razón? Esto:

24 de Mayo del 2011

17 de Marzo del 2012

30 de Abril del 2011

06 de Noviembre del 2011

16 de Febrero del 2012

22 de Febrero del 2012

07 de Mayo del 2012

02 de Abril del 2012

23 de Enero del 2013

07 de Mayo del 2012

13 de Febrero del 2013

23 de Enero del 2013

16 de Febrero del 2013

16 de Febrero del 2013

16 de Febrero del 2013

16 de Febrero del 2013


Y la listo continuara ... 





24 febrero 2013

'A mi que Chicha' es el nombre de la exposición que tiene lugar en El Centro Cultural de España en Lima, hasta el 10 de marzo. 

Fui hace unos días y aunque al entrar la música chicha empezaba a sonar (música que no me gusta), uno se puede dar cuenta que la cultura chicha es un forma de vida principalmente de aquellas partes de Lima pobladas por personas que emigraron de la serranía y de la selva, escapando del terrorismo en busca de un lugar con nuevas oportunidades, y que, poco a poco pudieron surgir. Cultura chicha la vemos en todas partes, he aquí un poco de lo que se puede encontrar en la exposición.


'Mas que un arte una lucha purita. Clase Pop/ular. La chamba y el vacilon. La Revolución  República de la nueva democracia (de las imágenes) ¿Socialismo de Mercado o Comunismo de Consumo?. Moral de productores. Salvo el trabajo todo es ilusión  ponemos el mundo de cabeza porque esta al revés  Inka Rey Chicherazo ¡ Volverá!. La victoria nos espera. -Centro Cultural de España en Lima-











23 febrero 2013

JULIA Y YO

Texto tomado del libro 'La Enredadera' de la escritora Josefina R. Aldecoa.

[...] Julia notaba que el grupo de los próximos  los cercanos, los otros,  que había sido tan importante para ella, pasaba a segundo plano. Necesitaba desprenderse de la propia historia, colocarla en su sitio pero no dejarse arrastras por ella. La historia es lo externo, lo que ocurre a todos, lo que nos sucede al mismo tiempo que a otros, la historia son las experiencias comunes. Pero ella necesitaba vivir en soledad, consultar sólo consigo misma. Ahora, pensaba Julia, tengo que defender mi libertad. La libertad de descubrir y admirar o rechazar y decidir.

, sonrió para si misma. No engañarse, mirar y ver; captar adecuadamente la realidad física  la realidad afectiva, eso es madurar. El inmaduro se implica en las situación y en los otros seres, no se diferencia. Es difícil saber que . Buscar los contornos que separan al del mundo, separar la nebulosa del ... [...]

[...] La pregunta de Julia había tocado el corazón del pasado, un pasado ya disecado pero oloroso como la rosa conservada entre las paginas de un invisible diario. Primero había sido el anecdotario juvenil, el relato no comprometido de juegos y aventuras y risueñas historias refrescantes. Poco a poco habían ido adentrándose en el tiempo y reconstruían el uno para el otro las etapas que los convirtieron un día en adultos. Fascinados veían crecer  su propia historia fuera de si mismos, descubrían quienes habían sido antes de amarse y destrenzaban la enmarañada carga de decisiones, pasos en falso, acierto y tanteos que los habían transformado hasta llegar a este momento. Hacían turnos.

Juan:

Julia: <¿Por que volví  Había encontrado la forma de vivir que me gustaba, trabajaba con Rogers, con la Naumburg, tenia un apartamento sobre el río y veía los barcos pasar...>

Juan:

Julia: [...]